Este caso se refiere a una demanda de sobreseimiento de las actuaciones judiciales. El demandante era un hombre de negocios de Victoria y el demandado, una empresa noruega. Los representantes del demandado y del demandante entablaron negociaciones sobre una empresa conjunta por la que se establecería un servicio de transbordador de alta velocidad entre Vancouver y Victoria. En este contexto, el demandado y una empresa controlada por el demandante firmaron una carta de compromiso en virtud de la cual las partes acordaban recurrir al arbitraje en Londres en caso de controversias. En este caso, el demandante alegaba que el demandado había puesto fin al clima de confianza entre las partes y se había enriquecido injustamente. El demandante había dispuesto diversas etapas y demandas y el demandado se había negado indebidamente a seguir tratando con el demandante, que todavía utilizaba los resultados logrados por el demandante para establecer una línea de transbordador sin indemnizarlo. La cuestión controvertida era si existía un acuerdo de arbitraje ejecutable o si la rescisión del contrato incluía la cláusula de arbitraje.

La Corte Suprema de British Colombia sostuvo que la negativa indebida del demandado a continuar tratando con el demandante o su continua utilización de los esfuerzos y resultados logrados por el demandante para establecer el servicio de transbordador sin indemnizar al demandante parecían derivarse directamente del contrato entre las partes, que remitía al arbitraje. Además, el tribunal estimó que el artículo 16 de la International Commercial Arbitration Act aceptaba el principio de la separación y que el hecho de que se pusiera fin al contrato no repercutía en la validez continua de la cláusula de arbitraje.